El Buda de la Medicina, conocido en sánscrito como Bhaisajyaguru, es una manifestación de Buda que representa la capacidad de sanar tanto el cuerpo como la mente. Su práctica es una fuente de inspiración y esperanza para quienes buscan superar el sufrimiento físico y mental, así como para aquellos que desean ayudar a los demás en su proceso de curación.
El Buda de la Medicina es representado con un cuerpo de color azul lapislázuli, símbolo de la pureza y la transformación. En su mano izquierda sostiene un cuenco lleno de néctar medicinal, que representa el poder de su bendición para curar enfermedades internas y externas. Con su mano derecha sostiene una myrobalan, una planta medicinal utilizada en la medicina tradicional, simbolizando su compromiso con la sanación de todos los seres.
La práctica del Buda de la Medicina es especialmente beneficiosa para:
Superar enfermedades físicas y dolencias.
Aliviar el sufrimiento mental y emocional.
Desarrollar una mente sana y pacífica.
Ayudar a otros en su proceso de sanación, generando méritos y energía positiva.
Purificar el karma negativo que puede manifestarse en forma de enfermedades o dificultades.
Uno de los métodos más poderosos para conectar con su energía es la recitación de su mantra:
Tayatha Om Bekandze Bekandze Maha Bekandze Radza Samudgate Soha
Este mantra tiene el poder de eliminar enfermedades y obstáculos, promoviendo la sanación y la armonía. Se puede recitar tanto para beneficio propio como para la sanación de otras personas.
Dentro de la Tradición Nueva Kadampa (NKT-IKBU), la práctica del Buda de la Medicina ocupa un lugar especial. Se realizan puyhas (oraciones cantadas) dedicadas a él con el propósito de bendecir a los enfermos, generar energía positiva y purificar negatividades.
Además, la meditación en el Buda de la Medicina nos ayuda a comprender la conexión entre la mente y el cuerpo, recordándonos que la paz interior es la clave para una salud duradera.
Al conectar con el Buda de la Medicina, cultivamos una mente compasiva y sanadora, no solo para nosotros mismos, sino también para los demás. A través de la fe, la meditación y la recitación de su mantra, podemos invocar su poder para aliviar el sufrimiento y fortalecer nuestra energía positiva.
En la actualidad, esta práctica sigue siendo una fuente de refugio para aquellos que buscan equilibrio y bienestar, ofreciendo un método profundo y accesible para transformar nuestra vida desde el interior.
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